viernes, 3 de julio de 2015

La Mina de Arnao

La historia industrial de Asturias comenzó a escribirse en Arnao, bajo tierra y bajo el mar. Corría el año 1833 cuando la Real Compañía Asturiana de Minas, una empresa de capital mayoritariamente belga, empezó a explotar el yacimiento carbonífero, cuyos orígenes se remontan a 1591. Un buen día de aquel lejano año fray Agustín Montero, vecino de Naveces, encontró una ' extraña piedra negra'. La noticia llegó a oídos de Felipe II, que se interesó en el asunto. El rey respaldó el inicio de la explotación, ordenando que la producción se exportase, a través del puerto de Avilés, a Lisboa, sabedor de que en Portugal, que entonces formaba parte de la corona, compraba carbón mineral para utilizarlo como combustible. A partir de ahí las referencias al yacimiento se suceden a lo largo de los siglos.

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